TUS NECESIDADES

Preguntas frecuentes de un trompetista.

¿CUÁL ES LA FORMA CORRECTA DE TOCAR?

Nuestro enfoque integral te ayudará a encontrar tu forma correcta de tocar la trompeta, minimizando los riesgos de adquirir malos hábitos. Consideramos que hay varios caminos que te llevarán al éxito, pero sólo uno de ellos, te favorece y hará que llegues en menos tiempo. Sin embargo, casi todos ellos se cimientan en los mismos fundamentos: aire y canto (Arnold Jacobs).
Nuestro propósito es, mediante un análisis técnico-musical, encontrar la mejor metodología que te favorezca.

¿CÓMO PUEDO MEJORAR MI SONIDO?

El sonido es lo más preciado que tenemos, es nuestra carta de presentación con el público y para nuestros futuros trabajos. Por ello, debemos trabajarlo y cuidarlo, ya que nadie lo hará por nosotros. Un buen sonido se logra a partir del entendimiento de los fundamentos más esenciales de la trompeta: equilibrio entre aire y labios (J. Thompson). A partir de ahí debemos identificarlo (con la ayuda rigurosa del oído), memorizarlo (tanto auditivamente como muscularmente), y desarrollarlo (imitando buenas referencias de sonido). Lo cierto es que el sonido siempre está en constante mejora, nadie puede decir que tiene el mejor sonido, pero a la vez cada uno tiene uno auténtico.
En la APT, nuestro objetivo es acompañarte en el camino hasta que logres tenerlo como un hábito: el hábito de la sonoridad.

¿CÓMO LLEGO AL AGUDO CON FACILIDAD?

El llegar al registro agudo es la obsesión de miles de trompetistas, ¿y qué lo hace tan difícil? Es que en el agudo la compresión de aire se hace más difícil (Stamp), ya que los labios vibran mas rápido y ello genera un grado de tensión en los labios que impide la salida del aire libremente (Colin). Podemos llegar al agudo de muchas maneras, sin embargo, debemos asegurarnos de que el resultado posea calidad en la sonoridad acompañado con una adecuada relajación corporal.
Con ello estaríamos volviendo al punto anterior: equilibrio entre aire y labios (Thompson). Complementado este punto, el uso de la lengua juega un papel importante para el dominio del registro agudo, ayuda a controlar dos elementos esenciales: la cantidad y velocidad del aire. Y finalmente, sustentándonos en las neurociencias, si practicamos el agudo frecuentemente con los conceptos adecuados, nuestros labios aprenderán a vibrar correctamente.

¿CÓMO MEJORO MI ARTICULACIÓN?

Nuestra lengua puede ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo. En el ámbito de la articulación, una de las mayores dificultades que presenta un alumno es la obstaculización del flujo de aire con la lengua. A veces porque utiliza una porción enorme de la lengua, otra porque sus movimientos son muy toscos, o por el movimiento horizontal hacia los dientes frontales en lugar de los movimientos verticales (Stamp). Sea cual fuera el caso, la salida libre del aire nunca debe ser afectada.

¿POR QUÉ ME CANSO MUY RÁPIDO?

La resistencia se adquiere cuando utilizamos los recursos para tocar la trompeta de una manera eficiente, en equilibrio. Es decir, sin malgastar el aire ni abusar de la tensión del labio, sino que todo el aire que exhalamos se convierta en sonido puro acompañado de una adecuada relajación corporal. Una vez que logremos encontrar este resultado, podemos avanzar de lo simple a lo complejo (Stamp), de los pasajes más fáciles a los de mayor dificultad técnica y de mayor duración. Así, el elemento indispensable a considerar es la honestidad con nuestros resultados. Nosotros decidimos cuándo y cómo seguir.

¿CÓMO HAGO LA FLEXIBILIDAD?

El fundamento de la flexibilidad propiamente dicho recae en el entendimiento, control, y dominio de los cambios de velocidad de aire (Thompson), pero ¿qué es realmente la flexibilidad? es un estado de sensibilidad temporal o permanente de los labios a reaccionar con facilidad al flujo de aire. Este proceso puede tomar un tiempo de aprendizaje al labio, que mientras más y correctamente es estimulado, adoptará un hábito de respuesta cada vez más inmediato, por ello es recomendable realizar muchos ejercicios de fluidez de aire, desde notas largas, cromáticos, escalas, arpegios, etc. hasta llegar a la flexibilidad propiamente dicho, que es el cambio de notas en posición fija (armónicos), donde el uso de la lengua es vital para controlar los cambios de velocidad de aire.

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