10/12/2019
Por: Juan José Llanos
Desde la Academia Peruana de Trompeta nos contactamos a la residencia de Halleyn Ruiz en Berlín, Alemania. A fin de hacerle una entrevista sobre su vida, su trayectoria y sus logros; asimismo, nos compartió sus planes y cómo ve la evolución de la trompeta en el país y Latinoamérica. Halleyn es un reconocido trompetista peruano de 34 años, formado en Hochschule für Musik Hanns Eisler, y con una maestría en Hochschule für Musik Detmold, a trabajado en la Orquesta Staatskapelle de Halley & Filarmonica de Dortmund, y actualmente es Profesor de Trompeta en la escuela de Música Bela Bartok en Berlín y Trompetista invitado en diferentes Orquestas Alemanas.
1. Halleyn, cuéntanos sobre tu vida, sobre todo para las personas de esta generación que saben poco sobre ti.
Justo he empezado a investigar sobre mis orígenes, luego que llegué aquí a Alemania, hace casi 7 años. No pude preguntar mucho a mi padre porque llegué y en poco tiempo falleció. Empecé a preguntar a mi abuelo quiénes más fueron músicos en nuestros antepasados, ya que mi abuelo era trompetista al igual que mi padre. Me dijo que su padre tocaba arpa, y su suegro arpa, guitarra y también cantaba. Así que yo soy la cuarta generación de músicos en mi familia.
«Mi abuela me regaló una trompeta de plástico, y yo me puse al costado de la banda y empecé a imitarlos»
2. Tu padre fue músico, vienes de una familia de músicos ¿Cómo y cuándo nació el amor por la trompeta?
Mi abuela, por parte de madre, me llevaba a ver los espectáculos de la banda familiar “Armonía Anguy”, creo que es ahí cuando me empieza a gustar la trompeta. Claro, era un bebé, de 2 o 3 años, pero creo que ahí inicia. Esta es una historia muy bonita. Mi abuela me regaló una trompeta de plástico, y yo me puse al costado de la banda y empecé a imitarlos. Mi abuela me contó que el señor trompetista vino y le dijo: ‘este niño va a ser músico, y va a ser trompetista’ y me dio la bendición. Es decir, yo conozco a la música desde los cero años.
3. Entonces tienes la música en las venas. ¿Recuerdas desde cuándo fuiste consciente de tu involucramiento con la trompeta?
Bueno, cuando tenía seis años pasé una anécdota que marcó mi vida. Tengo una tía que en ese entonces siempre me daba propina, pero ese día no estaba, había olvidado su cartera en su cuarto, y yo cogí unas monedas para comprar algo, pensé ‘luego la devuelvo’. Así que fuimos a comprar con mi primo, y al regresar la casa era un escándalo por la pérdida de 20 soles. Fuimos los primeros sospechosos y nos castigaron con ese látigo ‘san martín’. Mi padre me dio con todo, estuvo muy rojo mi espalda, a punto de salir sangre. Y es ahí cuando me dice: ¡Tu no vas a ser ladrón, tú vas a ser músico, trompetista! Y desde esa vez es cuando me decido a aprender la trompeta. Luego de un año, cuando ya tenía 7, ya estaba tocando con la banda de mi familia. Empecé con la percusión, ya que mi padre me decía que era bueno para tener buen ritmo, y en la casa con la trompeta.
4. Si bien el inicio estuvo marcado por tu influencia familiar, te toco formarte de forma metódica, coméntanos como se dio.
Actualmente tengo 34 años, y la mejor formación y el mejor profesor fue mi padre Basilio Pedro Ruiz Gonzales. Él me enseñó música clásica y popular, me llevó a tocar con la banda de mi familia y puedo decir hasta ahora que es el mejor trompetista con quien pude tocar al lado. Es la forma cómo me preparó: me enseñó teoría musical, el Arban, me preparó para dejarme como su reemplazo en el mariachi, en fin. Mi padre siempre me hacía estudiar la trompeta y por ratos me obligaba. Su frase era: “yo no te voy a dar pescado, yo te voy a enseñar a pescar”.
Tengo también otra anécdota cuando mi padre llegaba de trabajar después de unos días, y me decía: ‘tú no has practicado la trompeta’, y yo le respondía: ‘¿Por qué?’ Y él replicaba: ‘Es que estaba llegando para la casa y no te he escuchado’. Lo que significaba que yo siempre tenía que estar practicando, y cuando él volviera me tenía que encontrar practicando. Vale resaltar que yo vivía en los cerros de Flor de Amancaes, Rimac, Lima. por lo tanto, se escuchaba todo.
«Mi padre tenía un VHS de Wynton Marsalis, donde tocaba Haydn y Hummel, y otro de la Canadian Brass. Esos discos los escuchaba por lo menos 2 veces por semana durante años»
5. Se nota que tu padre es un personaje sumamente importante en tu vida, coméntanos acerca de él.
Mi papá tiene una formación militar, era policía, recuerdo cuando yo no me portaba bien, me hacía hacer ranas hasta que me quemara las piernas. Trabajó en la Orquesta Sinfónica de la Policía, pero tocaba de todo, y a mí me llevaba siempre a todos sus ‘chivos’ (trabajos eventuales de un músico): en mariachi, banda, procesión, incluso estuvo en la Orquesta Sinfónica Nacional en el año 1993. Con respecto a la enseñanza, mi padre me enseñó a leer, a transportar, me preparó para postular al Conservatorio a los 13 años, ingresé tocando Haydn, para ese entonces yo ya dominaba los agudos, tocaba un fa agudo sin problemas, y todo porque mi padre siempre me exigía. También recuerdo cuando tenía 8 años, mi padre tenía un VHS de Wynton Marsalis, donde tocaba Haydn y Hummel, y otro de la Canadian Brass, esos discos los escuchaba por lo menos 2 veces por semana durante años.
6. Entonces, ¿A partir de qué edad empiezas a estudiar la trompeta para dedicarte de manera profesional?
Bueno, yo siempre he estudiado mucho la trompeta, pero es a los 16 años cuando me voy a Venezuela y estudié de una manera brutal. Hasta los 16 me interesaba otros instrumentos como el saxofón y el clarinete, hice muchos trabajos con ellos, con el trombón e incluso toqué tuba con la banda. Luego en mariachi también tocaba la vihuela, guitarrón, el acordeón, también hacía trabajos de cantante. Por un tiempo me dediqué a flauta, pero, a pesar de todo los instrumentos, yo no sentía la misma adrenalina que cuando tocaba la trompeta, sí, en algún momento empecé a dudar si la trompeta era lo mío, pero tuve la suerte de tocar desde muy pequeño con los mejores trompetistas de aquella época como Carlos Nunura, quien trabajaba en la policía y hasta ahora tengo su sonido en la cabeza, el maestro Luis Chávez More, a quien le recuerdo un par de solos en el concurso de Mancos, el maestro Matienso, quien era de la FAP y le decían ‘mata mosca’, a quien mi padre me decía: ‘anda y míralo’. En esos tiempos, mi padre me dijo algo que me marcó la vida también, y creo que tenía razón: ‘Yo tengo 35 y tú 10, pero yo te voy a dar todos los conocimientos de una persona de 35 y tú vas a poder tocar como una persona adulta a los 10 años’. Y creo que fue verdad, porque, por ejemplo, yo ingresé al Conservatorio a los 13 sabiendo transportar, y cuando ya postulé a pruebas y concurso más adelante, mi nivel era mucho más alto que otras personas, y eso porque mi padre me había transferido mucho conocimiento a temprana edad.
«Mi padre me dijo algo que me marcó la vida: Yo tengo 35 y tú 10, pero yo te voy a dar todos mis conocimientos y vas a poder tocar como una persona adulta a los 10 años»
7 ¿Cómo nace el interés de irte a Venezuela y como se dio esa experiencia?
Para ese entonces estaba de moda todo el movimiento de El Sistema, y con ello, muchos beneficios. También estaba cada vez más popular el tema de postular para la YOA y la CAF, y demás concursos. Un año antes, Fredy Fuertes fue con un quinteto de metales y me contó la tremenda experiencia que había vivido, trajo un video, que hasta ahora lo tengo, de Pacho Flores, GianCarlo Castro y todos los integrantes del quinteto Simón Bolivar, y realmente sonaban increíbles, especialmente Pacho. Bueno, yo no quería quedarme en Venezuela, lo quería utilizar como un puente para irme a Alemania, ya que una vez en el Conservatorio, el maestro Claudio Panta, contó una historia de cómo Dante Yenque se fue a Alemania, y fue a través de un concurso en Venezuela, es así como tomo el ejemplo y la idea de irme, ya que había más posibilidades que en nuestro país.
Desde niño siempre he sido muy mandado y nunca he pensado las cosas, y me sigue pasando hasta el día de hoy, no pienso mucho las cosas antes de hacerlas. Fui a Venezuela y no conocía a nadie, así que nadie me fue a recoger al aeropuerto, me fui siendo menor de edad, eso fue un problema aún mayor porque no me querían alquilar habitaciones en el Hotel. Pero bueno, llegué y estuve 2 meses y medio, pero esos 2 meses me cambiaron la vida. Conocí a mi gran amigo José León, estuve en su casa y es ahí cuando empiezo a estudiar de 07:00 am a 07:00 pm ya que él me botaba de la casa para ir a practicar; es ahí cuando mi nivel crece a gran escala. Volví a Perú porque la situación no era tan buena, el nivel de criminalidad era enorme. Estuve un año y medio y luego me fui a Ecuador.
«Yo no quería quedarme en Venezuela, lo quería utilizar como un puente para irme a Alemania. Es ahí cuando empiezo a estudiar de 07:00 am a 07:00 pm. Mi nivel crece a gran escala»
8. Tu viaje a Ecuador marco una gran experiencia en tu vida, coméntanos ¿Cómo y por qué viajaste allá?
Volví a Perú, me habían expulsado del Conservatorio por inasistencia, pero presenté una justificación y me aceptaron nuevamente. Yo no iba a clases porque ya había visto cosas más grandes, y mi objetivo, como te comenté en líneas atrás, era irme a Alemania. En ese entonces, un amigo me ofreció ir a tocar a Ecuador con un grupo de mariachis donde nos iban a pagar muy bien, el cual nunca fue así. Volví a Lima tuve una decepción amorosa y otro amigo me ofreció volver a Ecuador, pero esta vez con un acuerdo más sincero y me quedé un tiempo por allá. Es allí cuando conocí al solista de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil: Galo centeno. Le caí en simpatía y me invitó a hacer el concurso de una plaza para trompeta. Gané en diciembre, pero por unas cuestiones burocráticas volví a realizar el concurso en enero, y con 18 años gané la plaza de asistente.
Empiezo a coger mucha experiencia, en la orquesta casi siempre tocaba la primera trompeta, y en los trabajos de música popular empecé a acompañar a muchos artistas internacionales. En noviembre del 2005, con la orquesta nos fuimos a una gira a Estados Unidos, hasta ahora es la mejor gira pagada que realicé, pude tocar en el Lincoln Center, en la sala de la OEA, tocamos también en New Jersey, el pago también era muy bueno, en fin, fue una muy buena experiencia. Al regresar al Ecuador en diciembre, hice un concurso para una Beca de Post-Grado en USA, y la gané, pero era menor de edad y no la pude realizar.
«En el 2011 lo vuelvo a intentar, habiendo estudiado alemán. Apruebo todo, pero Matthias me dice que no, que tenía un gran nivel, pero él prefiere ayudar a los más jóvenes»
«En el 2012 lo vuelvo a intentar, mi padre estaba en el hospital, y para mí ese viaje era mi última esperanza»
9. Desde antes de tu viaje a Venezuela tenías claro que querías llegar a Alemania ¿Cómo fue el proceso para llegar allá?
A los 20 años regreso al Perú, reingreso nuevamente al Conservatorio. Ese año mando mi primer video para Matthias Höfs, a quien admiraba mucho. Él me dijo que le gustó mucho pero que no podía ingresar de esa forma, tenía que hacerlo en vivo. En ese tiempo los peruanos teníamos muchos problemas con el visado, un año después pude juntar dinero para irme, lo logré por que tocaba mucha música popular. Y faltando poco me dan la visa por 12 días, era suficiente, yo solo necesitaba 10. Viajé a los 21 años, hice el concurso para la Hochschule für Musik und Tehater en Hamburgo, donde enseñaba Matthias, aprobé trompeta y piano, pero yo no hablaba inglés y mucho menos alemán, como te dije, nunca pienso, solo me mando. Así que desaprobé audio y teoría. Matthias me dijo que no podía hacer nada, pero también me preguntó si tocaba música popular, y claro, toda mi vida lo hice, y me dijo: ‘tienes que decidir entre música popular o clásica’, y desde esa vez yo decidí tocar música clásica.
En el 2011 lo vuelvo a intentar, habiendo estudiado alemán. Apruebo todo, pero Matthias me dice que no, que tenía un gran nivel, pero él prefiere ayudar a los más jóvenes. Así, en el 2012 lo vuelvo a intentar, mi padre estaba en el hospital, y para mí ese viaje era mi última esperanza. Toqué mi composición ‘Fantasía Incaica’, primero en la Hochschule für Musik de Stutgart; toqué mal, estaba resfriado y no había tocado la trompeta por 6 días. Luego me tocaba hacer el concurso en la Hochschule für Musik de Berlín, y es ahí cuando una gran amiga me ayudó, me cuidó y me acompañó al concurso, fue mi mejor presentación en un concurso. Normalmente esperan que toquen todos para dar los resultados, pero salí y me dijeron el siguiente paso que tenía que hacer. El profesor también me dio a entender que tenía una edad avanzada, pero bueno, lo importante era que yo creía en mí. No necesito que sea fácil, solo necesito que sea posible. Eso fue en enero, en febrero di el examen para Reinhold Friedrich en la Hochschule für Musik Karlsruhe, también estaba un poco enfermo y no di un buen examen, no llegué al sol sobre agudo que es la nota donde termina mi composición, pero, Reinhold me pidió repetirlo y allí si lo logré, me pidieron que tocara un tema peruano y toqué Valicha, y ahí si me aplaudieron 3 veces. No pasé la prueba, pero años más tarde, mi maestro de la maestría me comentó que le gustó mucho a Reinhold, pero ya no tenía más plazas para ofrecer. Pero estoy contento, las personas que me ganaron ese día hoy en día ocupan los mejores puestos en Alemania.